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Reflexion 3: La Arquitectura
Precolombina, las plataformas y basamentos
La arquitectura de las
culturas precolombinas en América no solo servía propósitos funcionales, sino
que también reflejaba poder, religión y conexión cósmica. Esta relación entre
arquitectura y espiritualidad se puede observar en las plataformas y basamentos
construidos por civilizaciones como los mayas, aztecas, incas, y otras culturas
nativas de América del Norte, las cuales dotaron a estos elementos
estructurales de un profundo significado simbólico y religioso. Más allá de ser
simples obras de ingeniería, estas estructuras representaban una relación
espiritual entre el hombre, la tierra y el cosmos, así como la jerarquía social
y política de las culturas que las erigieron.
En las culturas
precolombinas, las plataformas y basamentos fueron esenciales para expresar el
poder político y la estratificación social. En las ciudades mayas como Tikal y
Chichén Itzá, las pirámides elevadas no solo servían para ceremonias, sino que
reflejaban la jerarquía de la sociedad. Los líderes religiosos y políticos se
situaban físicamente más cerca del cielo, simbolizando su conexión con los
dioses y su dominio sobre el pueblo. De manera similar, en la civilización
azteca, el Templo Mayor en Tenochtitlán, elevado sobre una gran plataforma,
simbolizaba el centro del universo y la montaña sagrada de Coatepec, que
conectaba lo terrenal con lo divino. Estas estructuras precolombinas elevadas reafirmaban
el control de los élites sobre la sociedad, utilizando la arquitectura para
subrayar su posición de poder.
Además del simbolismo
político, las plataformas y basamentos también cumplían un papel central en la
práctica religiosa, al facilitar una conexión espiritual entre el mundo
terrenal y los planos divinos. En la civilización inca, los andenes no solo
eran útiles para la agricultura, sino que también representaban un dominio
espiritual sobre el entorno natural, creando una armonía entre los elementos de
la tierra y los cielos. Las ceremonias en las plazas elevadas de las ciudades
mayas fortalecían el sentido de comunidad y conexión con el cosmos, donde las
pirámides representaban un vínculo entre el cielo, la tierra y el inframundo.
En cada cultura, la arquitectura no solo servía para albergar ceremonias, sino
que estructuraba las relaciones religiosas que regían sus prácticas cotidianas.
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